Antisemitismo y anticristianismo

Antisemitismo y anticristianismo

El título puede parecer especial dado que los dos temas no se tratan juntos muy a menudo, el segundo es incluso muy raro. Para mí no solo es importante examinar los dos conceptos juntos porque pertenezco a ambos grupos al mismo tiempo, sino porque el enemigo está atacando cada vez más todo lo que pertenece a Elohim. Y dado que los dos pueblos en cuestión son elegidos, se deduce que Satanás está en perpetua lucha contra ambos en paralelo.

En el análisis del antisemitismo, ambos lados, antisemitas y antifascistas por igual, caen en el error desde el principio. Examinan el problema desde un punto de vista humano, social, histórico, político y económico. Pero incluso cuando el tema se trata desde un punto de vista religioso, el análisis sigue siendo muy incompleto.

Entre los judíos, como en todas partes, hay buenos y malos ejemplos.

Un lado enfatiza los aspectos positivos mientras que el otro se enfoca solo en los aspectos negativo del pueblo elegido. Cada uno guiado por sus propios intereses. Ya es tiempo para ver las opiniones de personas que no están motivadas por el odio ni por la falsa y excesiva admiración de los judíos, sino solo por la Verdad.

El antisemitismo es un tema muy tratado, aún demasiado. Este exceso, precisamente, está empeorando la situación. Porque por mucho odio que hayamos encontrado a lo largo de nuestra historia, los continuos «lamentos» judíos que podemos presenciar especialmente desde la década de 1990 hasta hoy, no sirven a la memoria de los mártires y a nuestro mejor futuro, sino al contrario. Como judío, me resulta difícil entender por qué algunos de nosotros nos sentimos obligados a mostrar nuestros dolores en a este punto. ¿Por qué algunos de nosotros sentimos la necesidad de reducir nuestros dolores a tal nivel de telenovela? ¿Por qué tenemos que arrojar nuestras perlas delante de los cerdos y luego sorprendernos de que les pisoteen y que nos despedacen lo mismo? Por la palabra cerdo me refiero a esos espíritus malignos que llevan a muchas personas a odiar a los judíos.

Además, hay otros holocaustos en la historia que precedieron al nuestro y que fueron casi tan devastadores. ¿Cuándo se ha hecho una película sobre el exterminio de armenios por parte de los turcos, o sobre los 5 millones de africanos exterminados en el Congo Belga, incluso si no fueron víctimas del odio, sino más bien de divagaciones de un rey tonto? Pero también podría mencionar quizás el primer y más antiguo genocidio cometido en Europa, cuando 2/3 de la antigua población húngara fue aniquilada por la misma espada turca durante el siglo XVI.

Podemos leer mucho sobre las raíces y las causas del antisemitismo en Internet. Los artículos siempre reflejan los intereses de cualquiera de las partes de forma unilateral. Por el lado antisemita, por supuesto, relativizan el fenómeno y tratan de demostrar su legitimidad. Por otro lado, cualquier crítica a nuestro pueblo es vista como un ataque antisemita. Muchos pueden pensar que yo mismo, como judío, y debido a la naturaleza de nuestro sitio, me pondré del lado de esta última categoría. No lo hará.

Para mí, como con todos los demás asuntos, la Verdad de Yahuwah es la única norma por el cual me atrevo a examinar y declarar cualquier cosa. El tema del antisemitismo, tal como se sirve hoy en día, es engañoso y ensancha la brecha entre los dos lados. Para tener una visión clara sobre el tema, solo la perspectiva de Yahuwah puede tomarse como estándar. Necesitamos salir de esta ceguera bilateral derecha/izquierda que oculta la verdad sobre la naturaleza del pueblo judío. Un extremismo siempre nutre y fortalece al otro en un vórtice sin fin que algún día debe detenerse.

La raíz del antisemitismo

La raíz real y única del antisemitismo es Satanás sí mismo.

No es necesario buscar más y perder el tiempo en detalles, él es la causa principal. Porque todo lo que Elohim tiene, el enemigo lo odia y trata de agarrarlo. Entonces, los dos pueblos elegidos: el primogénito, el judío y el segundo, los cristianos, es decir todos los que nacen de nuevo en el Mesías, son los dos grupos de personas que Satanás principalmente ataca y trata de destruir. También trata de poner a los dos pueblos uno contra el otro y convertirlos en un tema de disgusto a los ojos de los forasteros. Él los odia más que nada y hace que tú también los odies. Si eres uno de los dos, se esforzará por hacerte odiar al otro.

El pueblo elegido de Satanás

Como Satanás siempre trata de robar todo lo que pertenece a Yahuwah, nadie debería sorprenderse de que si el pueblo judío es el pueblo elegido de Elohim, automáticamente también es el pueblo elegido de Satanás. Esto significa que cuanto más fuerte sea la alianza con Yahuwah, mayores serán los ataques del enemigo. De hecho, no necesita luchar por aquellos que no están en una u otra Alianza de Yahuwah. Porque éstos automáticamente le pertenecen a él.

El objetivo es simple. El enemigo trata de convencer al mayor número posible de personas de que es mejor evitar y despreciar todo lo que pertenece a Yahuwah, todo lo que proviene de Él, hasta que Yahuwah mismo sea rechazado.

Por esto, calumnia al pueblo judío y al cristianismo para convertirles en un tema de disgusto.

Dado que la mayoría de los judíos todavía no están en el Mesías, y la mayoría de los cristianos todavía no nacieron de nuevo en Él, pero son soló sus fans a lo sumo, por lo tanto, incitando al odio entre ellos, logra enraizar cada parte aún más profundamente en el estado de religiosidad en el que ya se encuentran.

El odio de los cristianos contra los judíos, las persecuciones pasadas, la teología sustituta y la adoración de Jesús salpicada de una multitud de ídolos solo fortalecen a los judíos en la negación del Mesías. Y a la inversa, los excesos talmúdicos no sirven para acercar a los cristianos a sus raíces originales.

Los judíos y los cristianos religiosos no se dan cuenta de que ambos tienen que regresar a la fuente bíblica original, la Palabra, y abandonar todos los depósitos cristianos rabínicos y denominacionales para finalmente redescubrir la verdadera esencia de Yahushua.

Ésta ensencia que se estableció en nosotros, los discípulos en Jerusalén 50 días después de la resurrección de Yahushua en Shavuot.

Las herramientas del descrédito

Para hacer que las naciones odien al pueblo judío, el enemigo usa la táctica más antigua del mundo: el descrédito.

Usa calumnias hasta que la mayoría de la gente empieza a creer lo que dice. Y no siempre miente en la línea, pero a menudo basa sus mentiras en la verdad.

En efecto, utiliza personas que son nuestras, personas que son judías por su origen y manipula sus vidas para hacerlas odiosas y sobre todo para acusar a toda la comunidad de ser como estas ovejas negras. Así es como desacredita a todo el pueblo.

La psicología humana básicamente se esfuerza por simplificar siempre todo de una manera bastante primitiva. Si, por ejemplo, mientras viajo por África, veo a alguien comiéndose a su vecino, tendería a afirmar que los africanos son todos caníbales, que nadie debería ir allí y que incluso podría ser «más sabio» deshacerse de ellos antes de que vengan a comernos también.

Así nacieron las inquisiciones y los pogromos, hasta la solución final de los nazis.

Nuestros «caníbales» judíos son aquellos que han abandonado su fe y que a menudo llegan al extremo de someterse conscientemente a dominaciones espirituales extranjeras. Aquí, no estoy pensando específicamente en los judíos asimilados a otras religiones, sino en aquellos que, conscientemente o no, sirven al Anticristo a través de sus convicciones políticas e ideológicas y algunos de los cuales son miembros de todo tipo de obediencias masónicas.

Todos conocemos a estos individuos, estas familias, estas dinastías plenamente dedicadas al servicio del mamón y que han construido verdaderos imperios financieros que dominan cada vez más el mundo.

Desafortunadamente, estos no son casos aislados. Estimo su número en varios miles de personas de origen judío, pero cuyas vidas hasta ahora se han dedicado por completo a la incitación antisemita y la preparación para el advenimiento del Anticristo. Ellos son los que hacen una de cada tres películas de Hollywood sobre el tema del holocausto, viviendo de la sangre de nuestros mártires como vampiros mientras despiertan la frustración de otras naciones al generar artificialmente un sentimiento colectivo de culpa.

Tenemos ancestros comunes por sangre, pero ya no tenemos el mismo Padre y Señor. Algunos de ellos nunca lo tuvieron de todos modos. Los demonios a menudo se apoderan de los individuos judíos, los habitan o, a veces, ellos mismos simplemente nacen en un cuerpo judío y cometen actos malvados a través de ellos y en nuestro nombre común, con el fin de generar antisemitismo. (Un poco como Fantomas con sus máscaras).

En lo que sigue, veremos algunas herramientas concretas utilizadas por Satanás para desacreditar al pueblo judío. Algunas son mentiras descaradas, mientras que otras, lamentablemente, se basan en la realidad, pero la mayoría de las veces se desvían de ella:

  • Asesinatos rituales

Este es un método conocido y eficaz de generar antisemitismo y especialmente en uso en Europa central hasta el siglo XIX. Por supuesto, incluso la ley talmúdica más estúpida nunca pidió a ningún judío que asesinara a una persona, especialmente a un niño, para hacer comida con su sangre. Es bastante primitivo pensar que los judíos que se toman muy en serio la prohibición del consumo de sangre van a sazonar el pan sin levadura con sangre.

Esta acusación, como la de los judíos que envenenaron los pozos para propagar la plaga, no tiene fundamento y nunca lo ha tenido.

  • Abreviaturas talmúdicas

La literatura judía a menudo es acusada de ser racista y discriminatoria. Está realmente plagada de este tipo de declaraciones de odio. De hecho, la hostilidad milenaria y continua de las naciones hacia los judíos no ha contribuido realmente en algunos al desarrollo de un sentimiento de simpatía y amor hacia todas estas personas hostiles. Además, la literatura rabínica malinterpreta y da falsas enseñanzas sobre el concepto de Pueblo Elegido. Como en muchos otros casos, este tema también está degradado a nivel humano. Entonces, no es sorpredente que un pueblo que ha sufrido tanta violencia y discriminación por parte de la mayoría de las otras naciones, sufra un enorme complejo de inferioridad y trate de compensar sus frustraciones de una u otra forma. La psicología conoce y estudia este fenómeno desde hace mucho tiempo. Esto no solo es cierto en el caso de los individuos, sino que también pueden verse afectadas colectivamente comunidades, grupos étnicos y naciones enteras.

Sin embargo, esto de ninguna manera es aceptable. Nuestra elección no nos convierte en reyes que puedan ejercer poder sobre los demás. Como mencioné en otra de mis enseñanzas, hemos sido elegidos para servir. ¿Pueblo Elegido?.
Así como Yahushua asumió el papel del más pequeño, aunque siendo el más grande, cuando lavó los pies de sus discípulos. Hizo esto para que recordemos y permanezcamos humildes. Nuestra elección no significa nada más que el hecho de que somos los primogénitos entre las Naciones. Como en cualquier familia que se precie, no son los más jóvenes quienes sirven a los mayores, sino todo lo contrario. Las personas mayores tienen responsabilidades con las personas más jóvenes. Los hermanos mayores ayudan a los padres a educar y cuidar a los pequeños. A veces tenemos que alimentar, cocinar, lavar, cuidar y enseñar a nuestros hermanos y hermanas pequeños. Lo que ya sabemos debe transmitírseles de inmediato. Ésta es la única forma de concebir el concepto de Pueblo Elegido. Cualquier otra interpretación que contradiga esta debe considerarse anatema. Por otro lado, eso también implica que los más jóvenes deben imperativamente aceptar y respetar a sus mayores para que éstos puedan desempeñar sus funciones adecuadamente.

Los judíos tradicionales han perdido este papel durante algún tiempo, por lo que ya no se les puede culpar por no cumplir con su deber en el período entre el rechazo del Mesías y su reconocimiento al final de los tiempos. Pero esto de ninguna manera es una excusa para su pecado de malinterpretar su elección y así alimentar la ira de otros, en resumen, el antisemitismo.

El enemigo también se ha infiltrado en la literatura rabínica, la herramienta de difamación por excelencia: la pedofilia. Por mucho que los «rabinos» se expliquen sobre el tema, buscando todo tipo de excusas y dando todo tipo de interpretaciones distintas, pero eso está escrito en blanco y negro. De hecho, el talmud hace claras declaraciones de pedófilos, como cómo y bajo qué circunstancias es concebible. Para los judíos, esta es una tarea que algunos intentan reinterpretar, otros niegan, la mayoría guarda silencio sobre el tema o en el peor de los casos incluso llegan a aceptarlo y enseñarlo.

Que esta aberración extrema contenida en el talmud sea una llamada de atención para todos los judíos que todavía creen en el judaísmo rabbínico, revelando cuán falsa es la literatura rabínica y cuánto el zohar, michnah, guemará y talmud están lejos de la Torá.

  • Teoría de la conspiración global

Lo cual de hecho no es una teoría, sino una realidad cada vez más obvia. Como mencioné anteriormente, el enemigo también está utilizando a un gran número de nuestra gente para llevar a cabo su malvado plan. Sin embargo, su número sigue siendo insignificante en comparación con el número total de personas involucradas en esta conspiración. Entre éstos, hay más bautizados que circuncidados. A pesar de esto, curiosamente casi siempre son los judíos los que vemos al frente cuando se aborda el tema y se examinan los crímenes y las aspiraciones. De hecho, todo llevaría a creer que son los judíos quienes mueven los hilos y que son ellos quienes se instalan en la cima de la jerarquía.

De hecho, somos un pueblo con valiosos conocimientos y experiencia de vida y supervivencia de más de 3.500 años.

Nuestro instinto de supervivencia está tan desarrollado que casi todos somos capaces de servir con mucha eficacia a cualquier causa, ya sea buena o mala, ya sea en el servicio de Yahuwah o incluso en el servicio del anticristo. El problema aquí también es la generalización. Las pocas manzanas podridas atraen el odio en toda la cesta. Como en el caso del famoso panfleto «El protocolo de los ancianos de Sión», que obviamente fue escrito por cosacos y no por judíos. El libro fue escrito con un estilo, espíritu y grosor (solo unas pocas páginas) que es muy ajeno a la mentalidad judía. El documento claramente sirve para convencer a la gente de que toda la comunidad judía está luchando por la dominación mundial.

  • El desprestigio del cristianismo

La degradación del concepto de cristianismo en el buen sentido de la palabra al cristianismo en el mal sentido ocurre de la misma manera hace casi 2000 años.

Aquí también, la pedofilia es uno de los medios de difamación más utilizados. Todos conocen los muchos escándalos causados ​​por las perversiones de sacerdotes idólatras llamados cristianos. El problema, sin embargo, va más allá del mero daño a la reputación de su propia iglesia, ya que la iglesia romana fue creada esencialmente por el enemigo con el propósito de debilitar y apoderarse de la verdadera iglesia: el Cuerpo del Mesías. El problema es que los extranjeros, incluidos los judíos, no distinguen entre cristianos. Al escuchar este tipo de noticias escandalosas, los judíos, musulmanes o cualquier otra persona no sentirán la necesidad de unirse a una comunidad cristiana y escuchar sobre el Salvador y el Evangelio. Necesitamos saber que a los ojos de los judíos y otros grupos no cristianos, el catolicismo y todas las demás denominaciones cristianas son iguales (así como la mayoría de nosotros no distingue necesariamente entre el Islam sunita y el chiíta o entre la ortodoxia judía szatmár y lituana). Por lo tanto, la autoridad de la Iglesia verdadera, el Cuerpo del Mesías, recibe un duro golpe cuando alguien comete un pecado mientras afirma ser del Mesías.

Pero no hace falta enumerar las otras herramientas del enemigo, todos los pecados y su memoria que se utilizan con más frecuencia: teología de la sustitución, Inquisición, cruzadas, pogromos, holocausto, etc.…, que realmente no favorecen la conversión de los judíos al Mesías.

Pero otro tipo de ataque espiritual contra el Cuerpo del Mesías también está ocurriendo constantemente, cuando las diferentes denominaciones cristianas protestantes no están en relación fraterna sino en guerra entre sí. Cuando nace una nueva iglesia cada luna nueva con nuevos dogmas en lugar de ver comunidades reformándose día a día en unidad y bajo la única guía del Espíritu Santo.

¿Cómo podemos imaginar que al ver tal caos, cualquier católico querría embarcarse en el camino de la reforma cuando todo lo que vemos de protestantes en la superficie son facciones y disputas?

Es natural que la mayoría de ellos opten por permanecer en su iglesia idólatra, donde se les asegura al menos una apariencia de paz y unidad. Mientras tanto, los protestantes luchan hasta que, sofocados y agotados por siglos de guerra espiritual, finalmente se refugian bajo las alas protectoras del ecumenismo propuesto por la Iglesia romana. Así es como Satanás destruye lo que la Reforma le dio al mundo.

En mi opinión, este último proceso es la peor herramienta anticristiana desde el comienzo de la Reforma.

¿Existe alguna forma legítima de antisemitismo?

Por supuesto que sí. Con base en los hechos descritos anteriormente, ¿alguien todavía duda de esto? De hecho, hay «buenos antisemitas». O, mejor dicho,

no existe buen antisemitismo, pero el antisemitismo puede provenir de una buena fuente y puede tener consecuencias positivas al nivel espiritual.

Pero esto solo es cierto desde el punto de vista de la víctima, es decir, el judío. Aquel de donde proviene cualquier forma de antisemitismo está, en cualquier caso, bajo la maldición.

Me gustaría recordarle a mi pueblo que el antisemitismo para nosotros no es más que una promesa bíblica.

En la Torá, recibimos la promesa a través de Moisés de que tan pronto como nos apartemos de la voluntad y la ley de Yahuwah, seremos perseguidos por naciones extranjeras: …uno perseguirá a mil, etc. Estas son las maldiciones y enfermedades que se proclamaron en el monte Ebal. Por supuesto, esto no es excusa para los de quienes emana el antisemitismo. Pero hay muchos antisemitas que no se atreverían a hacernos daño y no sufren ese odio visceral, instintivo y asesino que padecen muchos otros. Su odio viene de afuera, se posa sobre ellos como aluvión y aumenta en ellos cuando, por ejemplo, nos miran.

  • ¿Cuándo pasa esto?

Cuando, por ejemplo, una persona busca la Verdad según las leyes de Elohim que están grabadas en su corazón, esa misma Verdad que nos ha sido confiada. Sin embargo, cuando nos encuentra, ve que

no solo llevamos la Torá, sino un montón de otras leyes humanas,

que a menudo son tan tontas y viles que atribuirlas a Elohim es una blasfemia en sí mismo.

Esto irrita a cualquier individuo no judío que busque la Verdad y el conocimiento de Elohim. Como resultado, su simpatía por nosotros disminuye enormemente.

También existe el caso, incluso peor, en el que

ya ni siquiera llevamos la Torá con nosotros y luego la pregunta es, ¿por qué existimos?

Pero el peor de los casos es cuando no solo renunciamos a la Torá, sino que la rechazamos, la humillamos y la pisoteamos

predicando doctrinas opuestas.

Estos incluyen ideologías como la democracia, el socialismo o el capitalismo, la propaganda de todas las formas de libertinaje (drogas, aberraciones sexuales), etc. y toda clase de absurdos que se oponen a la voluntad de Yahuwah. Este es también el caso cuando los sábados, en lugar de ir a la sinagoga, algunos de nosotros salimos, participamos o incluso organizamos gay prides exhibiendo a homosexuales y transexuales de todo tipo bajo la mirada de asombro de los goyims mientras que estos últimos solo querían tomar un paseo con la familia y los niños y no presenciar este tipo de espectáculo por la calle. Por lo tanto, me parece natural que se formen en sus cabezas algunas críticas a nuestro pueblo, ¡y lo están haciendo bien!

Cuando el judío no es necesariamente masón de manera abierta y conscientemente, pero acepta y promulga el espíritu de la masonería de todos modos, sirviéndole como marionetas. Porque tras el trauma del holocausto, muchos están haciendo campaña ciegamente por la igualdad y la tolerancia excesiva.

Yo mismo conozco a un (gran) «rabino» que, en Shabbat en la sinagoga, lee felizmente en hebreo de la Torá cómo los hombres homosexuales deben ser apedreados hasta la muerte, y luego, de domingo a viernes, sigue publicando artículos en facebook apoyando la homosexualidad. ¡Qué nivel de integridad! Bravo.

Mientras tanto, el enemigo se regocija,

porque estás logrando el holocausto y la solución final en ti mismo

y de la manera más efectiva, al nivel del espíritu.

Hitler, ¡solo logró destruir a tus antepasados ​​en su carne!

E incluso se da el caso de defender ciegamente a ciertas minorías y sus derechos sin esperar ningún sentido de responsabilidad a cambio. Lo estamos haciendo en nuestros buenos y seguros barrios judíos desprovistos de estas minorías, llamando fascista a cualquiera en la mayoría que se atreva a criticar o quejarse de estos grupos étnicos. Sin embargo, estas personas son víctimas y, a menudo, atraviesan un infierno en su entorno de vida, que se ha vuelto inhabitable. Esta mayoría, que a menudo se ha convertido en minoría en su entorno inmediato, ya no está protegida por la policía, los políticos o el poder judicial. No tienes idea de lo que es vivir entre esas personas, pero te permites juzgar a quienes los maldicen porque no tienen los medios económicos para deshacerse de sus guetos y tienen que soportar amenazas y acoso incesante. ¿Defiendes el crimen y el parasitismo de algunos y te sorprende que los que más sufren, la mayoría no simpatizan contigo a cambio? Defiendes ciegamente a las personas en cuyos barrios nunca pones tu pie. Abandona tu viejo barrio judío y ve a instalarte un par de años en un buen barrio así para ver qué dices después.

¿Y luego te sorprende que aquellos a los que acusas de fascistas acaben convirtiéndose en fascistas y que tú seas el primero al que le van a escupir?

¿Nos sorprende que estas personas maltratadas terminen conectando a sus vallas a 220V, que creen milicias de autodefensa para sentirse más seguras? ¿No es eso nuestra responsabilidad en alguna parte? ¿Y quién está hablando del hecho de que, al hacerlo, son los miembros emergentes de estas minorías problemáticas quienes son los mayores perdedores de esta historia? ¿Aquellos cuya reputación continúa empañada a pesar de que hacen todo lo posible para ganar aceptación y convertirse en miembros dignos de la sociedad?

Si realmente examinamos estas preguntas en profundidad y con claridad, tendremos que darnos cuenta de que realmente existe una forma de antisemitismo legítimo de la que solo nosotros los judíos, o más bien algunos de nosotros, son plenamente responsables. Aquellos de nosotros, por otro lado, que no lo hacemos, pero se callan y no intentan razonar con los demás, son naturalmente cómplices, tibios y hipocritas.

Pero como mencioné, este tipo de antisemitismo es también una esperanza, una bandera roja, para que el judío vuelva a su raíz original y se aleje de su mareo mundano. Este antisemitismo es como cuando el médico nos da una mala noticia sobre nuestro estado de salud. No suena bien escucharlo, pero sin ese diagnóstico, el proceso de curación ni siquiera comenzaría. Recibimos esta promesa a través de Moisés. Es hora de reconocer y tratar el tema sin más hipocresías. Finalmente debemos estar a la altura de nuestras responsabilidades en lugar de escondernos detrás de la acusación antisemita.

Sin embargo, este tipo de antisemitismo «beneficioso» solo es bueno para el judío. La voluntad suprema de Satanás es hacerte odiar todo lo que pertenece a Yahuwah. Y no penséis que cualquier perversión de los judíos te autoriza a odiarlos, aunque el odio sea una consecuencia natural de sus pecados.

Dijo Yahushua a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!

Lucas 17:1

Esto también se aplica en este caso.

No caigas en la trampa del odio o de la tolerancia. Porque el odio te pone automáticamente bajo la maldición, sin importar a quién odies. Pero en el caso de las personas elegidas por Yahuwah, puede ser incluso peor. Es necesario distinguir entre el pecado y el pecador, entre el mal y lo humano en el que habita.

Debemos pedirle a Elohim que nos enseñe a amar al pecador sin renunciar al odio del pecado.

Es algo muy difícil, solo el Espíritu Santo puede hacer esto en nosotros.

Antisemitismo visceral

Por otro lado, existe el tipo de odio que llamo antisemitismo visceral. Cuando importa poco si el judío hace lo que tiene que hacer o no, si su relación con Elohim está en orden o no, e incluso si es un judío que ha aceptado a Yahushua como Mesías, ¡siempre va a querer nuestra pérdida! Existe una especie de odio que es supremo e ilimitado, y cuyas raíces son demoníacas.

Hay personas poseídas por demonios, pero también hay demonios que tienen cuerpo humano porque son enviados en una misión a la tierra a través de mujeres para nacer físicamente. Solo la oración y la mano de Yahuwah pueden protegernos contra estos. Ésta fue la raíz de todo acontecimiento histórico que pretendía herir y destruir al pueblo judío desde Esaú, pasando por Amán, los cosacos; los nazis y hasta el día de hoy con el Hamas y sus companieros y que se terminará primero con Armageddon y luego, mil años depués con Gog y Magog.

La elección del pueblo judío está respaldada por pruebas masivas.

No solo a través de relatos y declaraciones del Antiguo Testamento, sino también, porque incluso el Salvador también proviene de nosotros, y a pesar de nuestro pequeño número y dificultades históricas, todavía estamos vivos.

Como resultado del rechazo del Mesías, gran parte de nuestro pueblo ha sido puesta en cuarentena y no ha sido rechazada.

La sangre del Mesías estuvo y estará sobre nosotros, como nuestros antepasados ​​lo declararon entonces frente a Pilato, hasta que aceptemos individualmente esa sangre para la remisión de nuestros pecados.

Que cosa es que todavía le impide que alguien reconozca que nuestra supervivencia hasta el día de hoy es un hecho completamente irracional. ¿Ceguera o codicia, o sus sentimientos viscerales mencionados anteriormente? Solo el Mesías puede curarte de estas enfermedades, así como Él es quien puede liberar a los judíos del judaísmo y de todos los demás tipos de perversión.

Han intentado exterminarnos, destruirnos, echarnos casi cada 50 años durante 3500 años, pero todavía estamos aquí.

Somos uno de los pueblos más pequeños del mundo. Es históricamente y sociológicamente imposible que una nación así sobreviva durante tanto tiempo, incluso si no hubiera habido persecuciones.

Solo hay una civilización fuera de la nuestra que es tan antigua: China. Son el otro extremo y la garantía de su supervivencia es su inconmensurable número.

Solo la mano del Todopoderoso puede hacer que un pueblo como el nuestro sobreviva bajo tanta presión y durante tanto tiempo.

Quien sea incapaz de ver todo esto, pida la visión y liberación del Mesías.

Porque en el Reino de los Cielos, los antisemitas tampoco tendrán su lugar,

aunque tuvieran una muy buena razón para estarlo.

Filosemitismo

Como mencioné más alto, cualquier postura ciega y humanista es una forma de extremismo que solo genera y alimenta el antisemitismo y el odio en general.

El filosemitismo, la defensa del judío a toda costa es fuente de odio y en ocasiones incluso se convierte en asesino de la identidad judía, no encontrando otra salida a la lucha contra el odio que querer suprimir toda forma de identidad, de comunitarismo y transformar a todos los seres humanos en ciudadanos individuales del mundo.

Muchos filosemitas niegan la existencia de la nación judía, considerándola como una invención de la historia ligada, según ellos, a tradiciones religiosas primitivas.

Muchos defensores de los judíos (incluidos muchos judíos mismos) son, por lo tanto, a veces peores que los antisemitas, porque estos últimos al menos no niegan la presencia y la existencia del pueblo judío. Los filosemitas, por su parte, se esfuerzan por suprimir el antisemitismo suprimiendo el semitismo en sí mismo, que es un acto mayor y definitivo de antisemitismo.

¿Cuándo dejaremos de poner a todos los judíos en la misma cesta, incluso del lado filosemita y antirracista? Mientras no distingamos entre los judíos que son verdaderos y no perjudiquen a nadie de los que salieron de nuestras filas para avalar otras ideologías, para servir a otros dioses, ídolos como el dinero, en algunos casos hasta el mismo Lucifer, si no distingue entre manzanas podridas y manzanas maduras, ¿cómo podemos esperar que los antisemitas lo hagan?

Porque los antisemitas tienen acusaciones que son legítimas en el caso de algunos judíos como los grandes banqueros y otros magnates financieros, pero a través de estos últimos acusan a toda la comunidad judía. Por otro lado, los defensores de los judíos y los judíos mismos defienden a toda la comunidad judía, incluidos aquellos hacia quienes son legítimas las acusaciones de manipulación masiva.

Al querer defendernos demasiado y despreciar las manzanas podridas que hay entre nosotros, no nos extrañemos por un lado que la gente esté haciendo la amalgama entre nosotros y estas manzanas podridas, y por otro lado, que después de un tiempo nosotros también acabamos pudriéndonos. A fuerza de defenderlos, inconscientemente terminamos respaldando sus ideas y sirviendo a los mismos ídolos.

Anti-sionismo

La versión más moderna y de moda del antisemitismo es el antisionismo. Este es un mutante bastante interesante de versiones anteriores porque infecta a una escala mayor, llegando no solo a ciertos grupos de edad, sino a todas las generaciones y personas con los ideales políticos y visiones del mundo más diversas. Esta variante también puede afectar a los humanistas, los liberales de izquierda y aún a los propios judíos. En resumen, todos aquellos que no se inclinaban por el antisemitismo clásico. La causa es el mismo humanismo descrito anteriormente que lleva a muchos a defender ciegamente a grupos de criminales con el pretexto de que parecen débiles y desconcertados. Vea mi enseñanza: Estado de Israel y sionismo, que es una especie de continuación de eso.

VERSIÓN VIDEO

El asno judío

El asno judío

El asno es mucho menos estúpido y agresivo de lo que algunos mitos quisieran hacer creer. La investigación científica y muchos informes de ganaderos de asnos dan una imagen muy diferente de este animal amigable que, no hace mucho tiempo, fue uno de nuestros amigos más cercanos y una ayuda muy útil y preciosa para la humanidad.

Terco, estúpido, ignorante, enojado…

algunos entre muchos ejemplos de calumnias que se le atribuyen. También nos burlamos de él por sus grandes orejas y nariz larga. Muchas ideas idiotas han empañado su buena reputación de antaño. Sin embargo, fue uno de los principales ayudantes de la humanidad durante miles de años. Después de algunas décadas de motorización, casi se ha olvidado, y solo la encontramos en varias expresiones degradantes de nuestra vida diaria. Sin embargo, es uno de los animales más disciplinados capaz de hacer las labores más sórdidas, y quien ha sido el compañero más fiel del hombre en su miseria.

El asno como chivo expiatorio

A pesar de estos indicadores, debemos recordar que las famosas orejas de asno que una vez fueron colocadas sobre las cabezas de los malos estudiantes no fueron originalmente utilizadas para burlarse del niño dado, sino que simbolizaban el deseo del adulto de ver un poco de la sabiduría del animal pasando por la cabeza del niño que los usa. El asno gentil, educado, atento y racional fue utilizado por los antiguos maestros ante los alumnos como un ejemplo a seguir.

Es muy raro que un asno patee. Si eso sucediera, significa que tenía una muy buena razón para hacerlo. A diferencia del caballo que patea con frecuencia, los asnos pelean solo en caso de peligro y defensa propia. También puede ser el resultado de un accidente. También es raro que los asnos se enfrenten entre sí. Mientras que los caballos deben estar separados, cuando las raciones se distribuyen a ellos, los asnos se pueden alimentar juntos de forma segura. Por lo general, se reúnen alrededor de la comida recibida y la comparten de manera equitativa antes de comerla juntos. Solo los machos a veces entran en conflicto entre ellos generalmente debido a una hembra encantadora. Solo los asnos maltratados criados en condiciones muy malas pueden volverse agresivos y peligrosos para los humanos.

En general, el asno es un animal dulce al que le gusta la compañía. Aman mucho a los niños y tienen una gran necesidad de afecto que se les devuelve cientos de veces.

Sociable y emocionalmente inteligente

Si pueden, los asnos viven en comunidad. Esta vida comunitaria comienza cuando el recién nacido es presentado a la comunidad por su madre después de los 23 días. Aprenden a vivir con los demás durante los 6 a 10 meses de amamantamiento. Como el asno se preocupa instintivamente por sus compañeros, junto a la madre, otros miembros de la comunidad participan activamente en la crianza del potrillo.

A diferencia de los caballos, donde puedes ver rápidamente quién es el individuo dominante entre la manada,

entre asnos, reina la igualdad.

El espíritu de competención no existe. Esto es aún más notable ya que la competencia es una de las principales características de todas las almas vivientes. Sin embargo, un miembro más viejo del rebaño a menudo cumple el papel del «viejo sabio de la tribu» e interviene en caso de conflictos eventuales entre los machos jóvenes. Los miembros más antiguos son respetados y los recién llegados son aceptados mucho más rápido que entre los caballos.

En resumen, las manadas de asnos funcionan como familias muy unificadas donde todos asumen sus responsabilidades, se preocupan por los necesitados y por los demás. El respeto y la serenidad son caracterostocas innatos y requeridos dentro del grupo.

Un animal incomprendido

Los etólogos consideran que los asnos son más inteligentes que los caballos ya que tienen más personalidad que éstos últimos. Según la observación de los etólogos, los asnos son mucho menos sumisos que los caballos. Además, su sistema social les permite adaptarse mucho más fácilmente a situaciones nuevas.

Su supuesta terquedad esconde de hecho un alto grado de sabiduría y prudencia.

Cuando se niega a seguir adelante y obedecer las órdenes de su maestro, no lo hace por rebelión sino porque está percibiendo un peligro. El asno no pondrá sus pezuñas en suelo helado, blando o fangoso, si no es seguro que pueda cruzarlo de manera segura. Cuando golpea el suelo, no es por capricho sino por prudencia para probar la consistencia del suelo donde camina.

Antes de irse en cualquier lugar, el asno se para, piensa y finalmente toma una decisión.

Los consideran caprichosos y rebeldes por su prudencia, inteligencia y sabiduría.

El caballo, por otro lado, no teme a nada, salta, se abalanza sobre los campos de batalla y los campos de minas sin hacer preguntas si se le ordena hacerlo. El asno, por otro lado, considera que su vida y la de su maestro son más importantes que las órdenes de este último. El asno nunca obedecerá a personas despóticas e irresponsables. Él obedece solo a los que ama. Obedece a los que considera ser un miembro de su propia familia.

Pero se nos opondrá, si lo que le pedimos va en contra del sentido y del interés común.

Un símbolo de lealtad

Está tan atento que si sale a caminar con un grupo de personas y uno de ellos se desvia o se aleja del grupo, lo va a esperer y solo continuará su viaje cuando la persona se reunirá con los demás. Si lo montas y te caes, se detendrá y esperará hasta que te levantes. Nunca dejará su equipaje sin supervisión. ¡El caballo ni siquiera se detiene cuando su propio maestro cae de su espalda!

Los científicos también observaron que los asnos tienen sus tácticas para lograr sus objetivos. Examinan la valla hasta que encuentran una brecha desde donde podría escapar si es necesario, por ejemplo, para poder unirse a su ser querido.

Vivió 3000 años en humildad al servicio del hombre.

Desde la invención del motor de combustión, su papel se olvidó. Sin embargo, sigue ayudando a los niños enfermos. Como la competencia se excluye entre los asnos, los niños discapacitados y tímidos son más capaces de desarrollar una relación afectiva con el animal rápidamente, lo que sería mucho más difícil con un caballo.

Un vínculo entre Elohim y el hombre

Desde el punto de vista del mundo, el asno no es realmente un símbolo de éxito, de fuerza y de poder.

Por lo que sé, no aparece en ninguna bandera, escudo de armas o cualquier otro símbolo de cualquiera nación. Pero si lo examinamos bajo la luz de la Palabra,

este animal juega un papel muy interesante en la Biblia.

Primero aparece en la historia de Balaam donde, a diferencia de su maestro, el asna vio al ángel de Yahuwah y se negó a avanzar para proteger a su maestro de una muerte segura. En su ceguera, Balaam reacciona violentamente y empieza a golpear a su humilde animal.

Fue aquí que Yahuwah le ofreció al animal la capacidad de hablar.

En ningún otro parte de la Biblia encontramos ejemplos de animales terrestres capaces de expresarse en el lenguaje humano. Un animal recibe un atributo humano para revelar los absurdos humanos y humillar al hombre.

Sansón también venció a los filisteos con una mandíbula de asno. Pero más tarde, se le ofrecerá un papel aún más noble a nuestro animal.

El asno aparece en varios mandamientos, señal de su importancia entre el pueblo judío. La tribu de Isacar lo tiene como símbolo, ya que Jacob declara que su hijo es un asno fuerte. También fue con un asno que Abraham subió al monte Moria para ofrecer a su hijo Isaac como holocausto. Moisés puso a su esposa e hijo en un asno cuando regresó a Egipto, y Yeshua también hizo el mismo viaje en un asno cuando tenía que huir con José y María en frente de la ira de Herodes. Más tarde, el asno recibió el mayor papel en su historia cuando se cumplió la profecía, según la cual el Rey llega a Jerusalén sentado en un pollino de asna.

No temas, hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna.

Juan 12.15

Somos los asnos de Elohim

El asno es uno de los muchos animales de la tierra.

No es ni el más hermoso ni el más noble entre las especies.

Sin embargo, es uno de los principales actores en la historia de la salvación. Con el camello, jugó un papel importante en el transporte, el movimiento y el trabajo de los hombres. Es un tipo de símbolo del pueblo judío como portador de la Palabra de Yahuwah. Un pueblo que no es el más brillante en la base, un pueblo muy pequeño entre muchos otros. No son ni los más fuertes ni los más bellos con nariz y orejas más grandes que la media. No puede ser un esclavo que sirva a los intereses humanos y se opondrá a cualquier cosa que va en contra del sentido común o más bien en contra de los Mandamientos del Todopoderoso. Fuimos ofrecidos a las Naciones para servirles así como el asno sirvió a la humanidad entera. Un portador de carga cuidadoso, obediente y reflexivo que trae al Señor en persona. Nunca irá donde la carga sería en peligro y nunca servirá a los intereses egoístas y humanos que puedan profanar lo que se le ha confiado. Nadie puede usarlo a él y a sus talentos para sus propios propósitos personales.

Su comportamiento extraño e inusual es deliberadamente malinterpretado, y sus buenas cualidades se desvían conscientemente de su contexto para poder acusarlos del contrario de lo que son en realidad.

El judío es el asno en el cual el Salvador apareció en el mundo, porque él era de nuestra sangre, de la tribu de Judá, el descendiente del Rey David. El judío es el asno de este Balman que aún no conoce al Mesías, pero lo verá más temprano en el camino y mostrará una mayor humildad que el profeta pagano que lleva y que habla con Elohim, incluso en el nombre de jesus.

La moral en todo esto para el judío: hay que seguir siendo un asno, llevar la Palabra de Yahuwah y tolerar las maldiciones de los adoradores de caballos.

Ver también: ¿Pueblo elegido? Sí, pero ¿elegidos para qué?, Antisemitismo y anticristianismo

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¿Pueblo elegido? Sí, pero ¿elegidos para qué?

¿Pueblo elegido? Sí, pero ¿elegidos para qué?

Cuando se habla de judíos con no judíos, creyentes o no, todo está bien hasta que surge el concepto del Pueblo Elegido. Podemos observar que el espíritu de igualdad entre hombres tan característico del hombre moderno explota y se opone a cualquiera que afirme pertenecer a un Pueblo Elegido, es decir, superior a los demás, según ellos. El espíritu de igualitarismo, o más bien de estandarización – un mecanismo demoníaco también llamado globalización con el propósito de abolir las fronteras entre pueblos y etnias- se levanta furiosamente para tratar de destruir una realidad deseada por el Señor. Lo más interesante de esto es que cuanto más el individuo en cuestión se considera enemigo de la globalización, más virulenta es la oposición al concepto del pueblo elegido.

Las acusaciones bien conocidas surgen todo el tiempo:

«¿cómo puede una persona pude declararse elegida entre los demás?»,

O «usted afirma ser el pueblo elegido, nosotros también» – como muchas naciones tienen este tipo de identidad «entonces, ¿por qué tu elección debería ser más legítima que la nuestra y dondé esta la prueba de que eres tú que tienes razón? … y entonces «todos somos iguales ante Elohim y él nos ama a todos sin distinción «, etc.

En los últimos días, me han preguntado dos veces con ralación al pueblo judío y el título de pueblo elegido ha sido negado categóricamente. La primera persona fue incrédula, es decir, no creció en la redención del Mesías, sino a una forma de deidad única, la otra era miembro de una iglesia cristiana, tenía fe en el Mesías, pero rechazando visiblemente el fundamento de la Palabra y de la Voluntad divina al negarse a reconocer el papel básico que el pueblo judío ha recibido.

En el último caso, tuve que darme cuenta de que

muchas personas que se definen a sí mismas como creyentes y creyentes no tienen respeto ni fe en la Palabra de Elohim

y se rebelan de manera consciente contra su voluntad y sus revelaciones. Además, este hombre era miembro de una iglesia donde el Antiguo Testamento se toma más en serio que en las iglesias cristianas en general.

En hebreo, el término elección tiene un significado muy diferente que en otros idiomas. El espíritu europeo basado en el feudalismo y el helenismo define la elección como un privilegio y es sinónimo de pereza, explotación, tiranía y de dominación sobre las personas subyugadas. Lamentablemente, algunos miembros de nuestro pueblo sí que pintan esa imagen de sí mismos. Son individuos que, aunque judíos de sangre, no tienen nada de judío en lo que respecta al espíritu que los habita. Trato este tema con más detalle en mi artículo titulado Sinagoga de Satanás

Es muy importante recordar que el Señor no otorgó las palabras hebreas originales con el contenido que la vulgata y otras traducciones le dieron posteriormente.

Elohim ha elegido al pueblo judío para ministrar y servir a su causa.

El ministerio al cual asignó a los judíos es el mismo por el cual llamó a los miembros de todos los pueblos desde la venida del Mesías en la tierra. Nuestra elección se trata de llevar la Palabra de Yahuwah y el Evangelio a todos los que aún no lo conocen.

Yahuwah eligió a Israel para representar y divulgar Sus Leyes a las naciones.

Nuestra elección no es la marca de un privilegio que la gente puede ejercer en perjuicio a los otros pueblos, sino que, por el contrario, implica una responsabilidad casi parental, o más bien fraternal ante aquellos que no tienen conocimiento sobre el Creador de este mundo. Por lo tanto, no es un privilegio, sino una responsabilidad pesada y difícil.

Así como un hermano mayor se encarga de los más pequeños y actúa como la mano derecha del padre y la madre, nuestro deber es alimentar a nuestros hermanos y hermanas con este alimento espiritual que no proviene de nosotros, pero que recibimos de nuestro Padre a todos. El hermano mayor es un modelo para lo siguiente. Él muestra cómo comportarse con los padres, él toma una parte activa en el aprendizaje de los más pequeños junto a los padres. Este es el verdadero significado de la palabra hebrea. El pueblo judío es el hermano mayor que el primero, fue informado de la voluntad del Padre Celestial. Somos los ayudantes de nuestro Padre para todos.

El mayor ejemplo de esto es cuando el mismo Yeshua lava los pies de sus discípulos.

El ejemplo más perfecto del significado de la palabra Elección es cuando el Elegido entre los elegidos, Yahushua mismo, nos da el ejemplo de cuál es nuestro papel como pequeños elegidos, judíos o nacidos de nuevo en el Mesías. Cuando nuestro Maestro se arrodilló y se puso a lavar los pies de sus discípulos.

Esta es la esencia de la palabra Elección, así como la representación pictórica por excelencia de la identidad del judío: una tipo de cuidador. Aunque Peter era judío, tuvo problemas para entender el comportamiento extraño de Yahushua. Del mismo modo, aquellos que acusan a los judíos de comunitarismo y de pueblo vanidoso son incapaces de comprender nuestro carácter.

Yahushua también fue elegido entre los elegidos.

Entonces no fue aceptado por los gobernantes fariseos que controlaban a la gente en aquella époqua. Los sacerdotes de su tiempo, como los antisemitas de hoy, rechazaron la elección de los elegidos legítimos para proteger sus propias elecciones supuestas e ilegítimas.

De una manera bastante profana, no es con las palabras de la Biblia que debemos responderles y hacerles comprender el peso de nuestra elección, sino con las palabras de una película conocida:

«Sé que estamos el pueblo elegido, pero ¿no te parece que deberse en cuando podrias elegir algún otro?»

(De la película: «El violinista en el tejado». Esta réplica aparece en la película, cuando el jefe de la policía anuncia al protagonista la llegada de un pogrom en su pueblo.

De hecho, el pueblo judío se encerró en sí mismo con el tiempo, porque otros pueblos en general no han acogido la Palabra de Elohim que se nos ha dado para representar. Lo que puede parecer orgullo y segregación de nuestra parte es un reflejo de autodefensa, prevención y precaución para evitar nuevas reacciones hostiles de los pueblos entre los cuales estamos esparcidos, porque el sello de Yahuwah está en nuestra frente.

El que no es judío, pero aún quiere ser parte de un pueblo elegido, tiene la oportunidad.

Esto es precisamente lo que el Señor quiere, que todos sean los beneficiarios de su elección. La garantía de este estado es exclusivamente el Pacto con el Mesías. Sin embargo, debe saberse que la elección, es decir, la Alianza, es válida solo si se acepta la totalidad de la Palabra revelada, incluida la elección inicial del pueblo de Israel. Solo bajo esta condición es posible la elección, aunque sea un poco diferente de la nuestra, para dar la bienvenida a nuevos miembros y servirlos como Yahushua sirvió a sus seguidores.

Y para los judíos, el mensaje es prácticamente el mismo: hasta que no reconozcáis al Primogénito, al Mesías en Yeshúa, el que es más elegido que vosotros, el Elegido entre los elegidos, nunca sabréis realmente lo que significa vuestra judaísmo o vuestra propia elección en el plan de Elohim.

Yeshúa es nuestro hermano mayor. Él es el Primogénito, cuyo amor por nosotros lo llevó hasta el punto de entregarse a la muerte por nuestros pecados y sufrir el castigo en nuestro lugar.

Ver también: El asno judío

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Judaismo : la salvavidas

Judaismo : la salvavidas

Recientemente me contactó un cristiano que administra un sitio web que ofrece enlaces a enseñanzas mesiánicas judías. Es un discípulo muy concienzudo, profundamente comprometido a garantizar que no se publique nada antibíblico en su plataforma. Consciente de las enseñanzas disponibles en nuestro sitio, confía en nosotros y me pidió que verificara la pureza doctrinal de ciertas comunidades mesiánicas judías. Él es uno entre aquellos que sienten que ha llegado el momento de abandonar las raíces corruptas y regresar a las fuentes originales de la Palabra de Yahuwah.

Mientras navegaba por los sitios, ¡identifiqué inmediatamente un problema grave y recurrente!

Aunque eran comunidades seguidoras de Yahushua y creyentes en el Nuevo Testamento, la mayoría de sus enseñanzas se basaban en el judaísmo rabínico. Lo que significa que además del Tanaj (Antiguo Testamento) y el Nuevo Testamento, también se enumeraban otros «libros sagrados» (el Talmud, la Mishná, la Guemarrah, etc.)

¿Qué significa esto exactamente?

Cuando algo comienza, cuando se despliega el cumplimiento de una profecía y cuando aparecen ante nuestros ojos las señales innegables del injerto y la restauración, el enemigo hace todo lo que está a su alcance para desviar el curso de los acontecimientos y distorsionar el propósito original. Presenta una falsificación hábilmente diseñada para engañar a la mayor cantidad posible de personas bien intencionadas y fieles, llevándolas hacia la superficialidad a expensas de la verdadera profundidad espiritual. Si bien es incapaz de destruir el plan del Todopoderoso, puede retrasarlo y extraviar a muchos.

Estás de pie en el desierto, recién salido de tu propio Egipto, al borde de la deshidratación espiritual, ya que faltan enseñanzas que sustenten la vida en los círculos cristianos. Comienzas a buscar la verdadera fuente, pero Satanás te rocía con una fina lluvia de prácticas religiosas superficiales, por lo que ya no sientes la sed que te impulsa hacia la fuente. Te pones el talit y la kipá, observas las fiestas judías y, por un momento, te sientes mejor. Pero sin darte cuenta, ya no sientes la necesidad de buscar la verdadera fuente y detienes tu viaje. Retrasas tu encuentro con el Mesías, la única fuente de vida, que se extiende desde el Génesis hasta el Apocalipsis, una fuente confiada inicialmente al pueblo judío.

Más allá del uso superficial de símbolos religiosos o, peor aún, la adopción de una identidad falsa que no es la tuya, sigue habiendo un problema más profundo oculto en el seno de estas comunidades llamadas mesiánicas.

y este es el hecho de que nadie tiene la menor idea de …

¿Cuál es realmente la raíz judía?

Yo mismo creí y proclamé durante mucho tiempo que la raíz judía no es otra que el Antiguo Testamento, incluida la Torá, cuyo núcleo es la Ley, los Mandamientos mismos. Y, de hecho, esto es verdad, excepto que en esta forma, permanece incompleto e inerte. Luego, con el tiempo, Ruach HaKodesh me abrió los ojos al hecho de que la raíz verdadera y original, en la que tanto los griegos como los judíos deben ser injertados según la profecía de Ezequiel 37 y muchas otras, es lo que se cumplió y manifestó en Shavuot. Ese día trascendental de Pentecostés, cuando el Antiguo y el Nuevo Testamento se unieron en unidad a través de la obra de Ruach HaKodesh. Todo el contenido del Antiguo Testamento (la Torá y el Tanaj, incluidos los Mandamientos y los Profetas) fue inscrito directamente en los corazones de los discípulos como la Palabra Viva, completa e indivisible.

La raíz, por lo tanto, no es la Torá ni el Tanaj en sí mismos, ni según la letra, pues estos eran sólo una sombra y una representación escrita de lo que estaba por venir. La verdadera raíz no es otra que la Torá y el Tanaj Vivientes y Animados, la Palabra hecha carne, Yeshúa HaMashiaj. Más específicamente, es el momento en que las dos tablas de piedra se transformaron en lenguas de fuego y aparecieron sobre las cabezas de los discípulos, grabándose directamente en sus corazones.

La raíz judía no es pues la Torá, ni el Antiguo Testamento, ni la Ley en sí mismos, sino lo que éste proyectaron.

Las promesas inscritas en las tablas de piedra, en su formulación original en hebreo, están escritas en tiempo futuro y no en modo imperativo. En otras palabras, no eran meras prohibiciones. Estas Mitzvot, o Mandamientos, son en realidad promesas: Me respetarás, Me amarás, no cometerás tal o cual mal… Porque si naces de nuevo en Mí (Yahushua), es decir, si Yo entro en tu corazón para morar allí, erradicaré el pecado hasta de raíz en tus pensamientos a través de Mi ley, esencialmente a través de Yo mismo, por Mi mera presencia en ti. Ya no desearás hacer lo que es malo, demoníaco o incluso simplemente humano y carnal.

La raíz común que nosotros, como judíos mesiánicos, debemos proclamar es el Mesías mismo, en cuyo cuerpo somos injertados a través de nuestro nuevo nacimiento cuando Ruach HaKodesh (el Espíritu Santo) graba Sus Mandamientos en nuestros corazones mediante el bautismo de Su Espíritu.

Esta raíz a la que todos debemos volver no se encuentra en el Antiguo Testamento, sino en el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Esa es la verdadera raíz común que compartimos. Es el punto de convergencia que cada uno de nosotros puede experimentar personalmente en cualquier momento, en cualquier día del año, cuando nos arrepentimos, nos sometemos al bautismo en agua y recibimos Ruach HaKodesh (el Espíritu Santo).

Nuestro punto de encuentro, donde las dos ramas —Judá/Israel por un lado y Efraín/los griegos por el otro— se unen en las manos del Mesías, es Shavuot (Pentecostés), como se describe en el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Más allá de la crucifixión, muerte, resurrección y ascensión de Yeshúa, todos debemos recibir al Consolador prometido —Su Espíritu—, que es la última piedra, la piedra de culminación de todo el proceso de Redención. Sin Él, nuestro renacimiento y Salvación ni siquiera serían posibles.

El Espíritu Santo es literalmente la piedra de culminación de la Redención, la pieza final y culminante de todo el proceso.
Sin embargo, para nosotros, esta piedra de culminación es también la piedra fundamental, la primera, la piedra angular de nuestro propio ser como templos del Espíritu Santo, que marca el comienzo de nuestra vida como Nuevas Creaciones.

El Antiguo Testamento sólo prefiguró este resultado. Nuestra verdadera raíz compartida, tanto para judíos como para gentiles, es el cumplimiento de Shavuot, cuando el Santuario Supremo, el Cuerpo del Mesías, comienza a construirse dentro de nosotros por el mismo Espíritu Santo.

¿Qué es el judaísmo?

Pero volvamos ahora al judaísmo, al falso, al babilónico, porque este mensaje se os da como una advertencia, para revelaros el engaño que se esconde detrás de ese concepto. No es nada menos que un veneno mortal que intenta infiltrarse en la Iglesia como una mala hierba destructora, que pretende desviar a las almas y evitar que encuentren el camino hacia la Raíz Verdadera.

El judaísmo, tal como se practica hoy en día, es un sistema de doctrina complejo construido sobre la Palabra y la Ley de Yahuwah revelada en el Monte Sinaí. Sobre esta base se han construido las diversas teorías de los rabinos, que explican cómo observar mejor la ley. Estos rabinos afirman que Moisés recibió leyes orales adicionales directamente de Elohim, que nunca fueron escritas. Esta colección es lo que ellos llaman la «tradición oral» o «ley oral» y está contenida en obras conocidas como el Talmud, la Mishná y la Gemara.

De lo que se trata aquí no es otra cosa que del sistema legal de los fariseos de la época de Yeshúa, el mismo sistema al que Él se opuso abiertamente cuando se enfrentó a los sumos sacerdotes y a las autoridades religiosas. Yeshúa HaMashiah, al confrontar sus enseñanzas, reveló la hipocresía y la distorsión que se habían infiltrado en sus interpretaciones de la Ley.

Entonces se acercaron a Yeshua ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Elohim por vuestra tradición?

Mateo 15:1-3

¿Dónde, cuándo y cómo se formó el judaísmo?

El primer exilio de la tribu de Judá a Babilonia provocó una profunda ruptura espiritual en el pueblo. En respuesta a esta tragedia, los líderes religiosos, que en ese momento todavía eran reconocidos legítimamente como tales, buscaron resolver el problema humanamente, con la esperanza de evitar que semejante tormento volviera a ocurrir. Lamentablemente, después del exilio no se produjo una verdadera curación espiritual. En cambio, el alejamiento del pueblo de la Ley original se profundizó.

Los «sabios de Israel» de esa época, actuando de buena fe, desarrollaron diversos métodos y costumbres diseñados para hacer que las leyes de la Torá fueran más fáciles de observar y más comprensibles para el pueblo. Su objetivo era crear un sistema que evitara futuras violaciones de la Ley y, en consecuencia, evitara nuevos exilios. Fue entonces cuando surgió la «tradición oral». Este sistema de leyes y enseñanzas orales, complementarias a la Torá, se ha transmitido de generación en generación, creciendo y expandiéndose a lo largo de los siglos: «mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá”—como había profetizado Isaías.

Estas leyes orales fueron finalmente codificadas en obras escritas, como el Talmud, la Mishná y la Guemará, durante el período del segundo gran exilio bajo el dominio romano durante la Edad Media. Para entonces, los líderes religiosos habían logrado convencer al pueblo de que estas enseñanzas orales eran parte de la revelación divina recibida por Moisés en el Monte Sinaí, aunque nunca fueron escritas en el Pentateuco. Esta narración se perpetuó hasta que la generación que sabía de primera mano que estas tradiciones no eran originalmente parte de la revelación se había extinguido. Así, después de unas pocas generaciones tras el regreso de Babilonia, ya no había ningún testigo vivo que pudiera testificar que estas prácticas habían surgido en Babilonia y no eran parte de la revelación del Sinaí.

En resumen, la tradición oral es de origen humano, carnal. Es un sistema de comentario, interpretación y extensión de las leyes originales de Elohim. Ésta es la verdad fundamental sobre el judaísmo rabínico, y vale la pena tenerla en cuenta cuando alguien aborda el tema.

Esta extensión de la ley no es nada menos que una distorsión, que conduce a interpretaciones cada vez más vagas y distorsionadas de los mandamientos originales. Esta distorsión es como un velo cada vez más espeso que se formó sobre los ojos del pueblo, impidiéndoles reconocer a Yeshúa como la Ley encarnada, el Verbo hecho carne, cuando Él estaba delante de ellos. Debido a esta ceguera, lo entregaron para que fuera crucificado, y como resultado, el Templo fue destruido 40 años después, marcando el comienzo del exilio más largo de nuestra historia, el exilio romano.

Entonces su plan no funcionó. No sólo no pudieron impedir nuevos exilios, sino que los nuevos preceptos son directamente la causa de este exilio romano que es mucho más largo que el de Babilonia. Pero, estas nuevas doctrinas son sobre todo la causa directa y principal del rechazo del Mesías. Este rechazo fue en gran parte inconsciente, causado por los líderes religiosos que mantuvieron y perpetuaron este falso sistema de creencias. Por lo tanto, tanto los líderes antiguos como los posteriores tienen la responsabilidad de extraviar al pueblo.

El judaísmo también incluye obras que van más allá del mero desarrollo de los Mandamientos; amplían la narrativa misma de la Torá. Una serie de obras, en particular, se conoce como el Midrash, donde estos mismos «grandes sabios» han elaborado historias imaginativas sobre las vidas de nuestros patriarcas, más allá de lo que Elohim nos reveló a través del Antiguo Testamento. Es algo así como la versión ligeramente romantizada de la vida de Moisés que se retrata en la famosa película de Hollywood de los años 50 «Los Diez Mandamientos», hecha para parecer más dramática. Después de leer y estudiar continuamente esas obras, a uno le resulta cada vez más difícil distinguir entre la historia original y la versión literaria, inventada.

Las historias bíblicas se diluyen tanto en nuestras mentes que terminamos perdiendo la capacidad de distinguir la verdad de la falsedad.

El mismo efecto se produce al leer los llamados libros apócrifos, que sin excepción alguna, evidentemente, no fueron inspirados por el mismo Espíritu que los 66 libros canonizados de la Biblia. Pero esto será objeto de otra enseñanza más adelante.

De manera muy similar, la serie cristiana de tipo midrash llamada “The Chosen”, que se ha vuelto muy popular hoy en día, degrada a Yeshua una vez más a la imagen de un ídolo barbudo llamado Jesús, como hemos visto innumerables veces tanto en la pantalla chica como en la grande, también se permite degradar y diluir el Evangelio alargándolo, de modo que en la mente de los cristianos superficiales, que tienden a ver este tipo de comedias, el mensaje del Evangelio queda literalmente hecho añicos y la persona se vuelve aún más incapaz de transmitirlo correctamente.

¡Porque no te equivoques! Así como los judíos tienen su judaísmo, los paganos que se hicieron cristianos también tienen su sistema de doctrinas aún más amplio y corrupto: el paganismo, cuyo alcance y poder destructivo son incluso mayores que el judaísmo, y a diferencia del cual, no se puede enumerar el más mínimo efecto positivo.

Este paganismo, como yo lo llamo, es en resumen toda la raíz corrupta de la iglesia romana con todas sus falsas teologías y festivales, así como sus ídolos de todo tipo y por el cual la mayoría de las corrientes protestantes están todavía muy grandemente infectadas, por más neo- y renovadas que puedan pretender ser.

Así que esto es en pocas palabras lo que el judaísmo rabínico es en realidad y en esencia, por si alguien todavía tiene dudas sobre la verdadera identidad de la cosa. Además, a partir de ahora, cada uno puede decidir cuánto interés mostrará en el futuro, cuando un «rabino» moderno abra la boca para hablar sobre cualquier tema. Porque aunque muchas cosas siguen siendo puras y originales, es mejor que todos se mantengan alejados de ellos debido a su espíritu mixto. Como creyente en Yeshúa, nunca vayas a escuchar nada que sea espiritualmente mixto, ni vayas a las sinagogas -si no eres judío, de todos modos no tienes nada que hacer en esos lugares- y no ingieras nada que no esté de acuerdo con tu propia dieta y que no haya sido preparado según la receta original.

El judaísmo, como forma de alimento espiritual, es similar a un batido de leche en el que se han mezclado tanto azúcar como una cantidad significativa de vinagre. Si a algunas personas les gusta así porque están acostumbradas a ello desde una edad temprana, que así sea, que lo tomen de esa manera. Además, como explicaré en un momento, aquellos que están imbuidos de este tipo de alimento espiritual, que sigan consumiéndolo, esto al menos les permitirá no morir de hambre antes de la segunda venida del Mesías. Para aquellos que nacieron en él, el judaísmo actúa como un medio para preservar la identidad judía hasta que el Mesías regrese para liberarlos de este judaismo. Pero para aquellos que no son judíos o para los judíos que no nacieron en la tradición religiosa, ¡nunca consuman eso! Porque en el mejor de los casos, terminarán vomitando el todo. No tiene sentido intentarlo.

Debido a la comida insípida y barata de tus falsos rabinos cristianos llamados pastores y otros maestros de todo tipo, no recurras a los maestros de cocina judíos con sus platos demasiado cocidos, demasiado pesados, demasiado grasosos y, por lo tanto, completamente indigestos.

Son precisamente estas leyes las que componen el famoso velo del que habla Isaías, por el cual Yahuwah puso a su pueblo en “cuarentena” por un tiempo (porque ponía su confianza también en leyes humanas), para abrir la puerta hacia otros pueblos, hacia los gentiles.

En conclusión, el judaísmo es, para los no judíos, un veneno anticristo, pero para el pueblo judío ha actuado como un salvavidas, preservándolos de los peligros de la asimilación durante 2.000 años de exilio.

¡Salvavidas para los judíos, veneno mortal para otros!

Éste es el judaísmo que, en los mares agitados de la historia humana, sirve de salvavidas para quienes ya lo llevan como cinturón, pero se convierte en un arma mortal para quienes se hunden, aunque desde hace tiempo deberían saber caminar sobre las aguas.

Nuestro Maestro está delante de nosotros y nos llama constantemente. Quiere que caminemos sobre el agua y no hagamos payasos con nuestras boyas de todo tipo.

No olvidemos que los aros salvavidas originalmente estaban hechos de madera muy dura, que al ser arrojados a las víctimas de un naufragio podían fácilmente dejar inconscientes o matar a quienes debían salvar.

Medio litro de vodka tiene un efecto muy diferente al que consume un beduino del desierto o un cosaco de las estepas rusas. El primero sólo recuperará la sobriedad tras varios días de descanso ya que genéticamente no posee la enzima necesaria para procesar el alcohol, el segundo, por el contrario, tendrá más posibilidades de sobrevivir al frío extremo de su entorno gracias a esta pequeña dosis de veneno sin sentir la mínima sensación de embriaguez porque sus antepasados ​​lo beben desde hace milenios y genéticamente hablando está “sobreentrenado” para poder tolerarlo.

El judaísmo es, por tanto, un veneno que no daña a la persona a la que se le ha administrado de forma gradual desde la infancia y durante generaciones, permitiendo que el organismo se acostumbre y tolere dosis cada vez más fuertes sin manifestar ningún síntoma particular. Pero una dosis similar podría causar la muerte instantánea a quien nunca antes la hubiera consumido.

El judaísmo estaba en contra de la voluntad de Yahuwah; sin embargo, el Todopoderoso, siendo indulgente, permite que Su pueblo permanezca en este falso espíritu hasta que se cumpla el tiempo de las naciones.

En efecto, la “tradición” es un vínculo tan fuerte que, al menos, mantiene viva la identidad judía hasta que llegue el momento en que el Mesías Yahushua finalmente se revele a Su pueblo. El judaísmo tiene el efecto positivo de impedir que el rebaño se disperse y se pierda. Funciona como una cerca temporal hasta que el Pastor regrese para restaurar el cerco original y definitivo alrededor del Pueblo.

Tampoco se le retiraría a un adicto su dosis diaria de heroína de la noche a la mañana, por temor a que los síntomas de abstinencia pudieran sobrecargar su corazón. La desintoxicación es, en la mayoría de los casos, un proceso lento y gradual. En este caso, es como cuando un judío ortodoxo comienza a leer o escuchar enseñanzas como las mías, abandonando gradualmente los excesos antes de llegar al arrepentimiento final, que abre la puerta directamente a la Alianza con el Mesías a través de los dos bautismos: agua y fuego/Espíritu.

Otra ventaja del judaísmo

Además de preservar la identidad judía, atribuyo otra ventaja significativa a la literatura rabínica: el Talmud ha documentado todos los acontecimientos “misteriosos” que tuvieron lugar en el Templo, presenciados por los judíos durante los 40 años que transcurrieron entre la crucifixión de Yeshúa y la destrucción del Templo. Esto proporciona una serie continua y contundente de evidencias, accesibles a través de sus estudios, que en cualquier momento pueden revelar el error monumental que fue el rechazo del Rabino de Nazaret.
Aparte del desgarro del velo del Santuario en el momento de Su muerte, durante esos 40 años consecutivos, las puertas del Templo se abrían “solas” cada noche, las velas de la Menorá se apagaban diariamente “solas”, y cada año, en Yom Kippur, la suerte siempre recaía sobre el carnero del lado izquierdo del Sumo Sacerdote, 40 veces seguidas. Cualquier matemático puede captar la naturaleza extremadamente improbable de esta secuencia: aproximadamente una probabilidad entre un billón (1/1.099.511.627.776). Además, en esos mismos días de Yom Kippur, el cordón de lino empapado en la sangre del macho cabrío de la derecha, el que no fue enviado a Azazel sino sacrificado en el altar, nunca más se volvió blanco durante esos 40 años, a diferencia de antes, cuando esto significaba que el Todopoderoso había aceptado el sacrificio expiatorio del pueblo.
Esta serie de eventos están relatados en el Talmud de Babilonia, Tratado Yoma 39b, ¡para aquellos que están en él!

Sin embargo, para quienes no nacieron en este sistema religioso, por no ser judíos o porque se han alejado de él por asimilación, es crucial ser conscientes de los peligros que se esconden detrás:

Satanás ataca desde dos frentes: quiere quitar la boya que mantiene con vida a los judíos y arrojarla a las cabezas de los cristianos que se hunden.

Quiere que los judíos dejen de ser judíos asimilándolos a iglesias, asambleas, ideologías o movimientos políticos; y, por otro lado, pretende impedir que la cristiandad se injerte en el olivo original conduciéndola hacia leyes innecesarias y superfluas y a una falsa identidad judía.

El judaísmo es la herramienta ideal para llevar a cabo este malvado plan.


También podríamos mencionar el carácter fuertemente espiritualista del judaísmo, que se manifiesta principalmente en el uso de la Cábala y su creencia en la reencarnación. Aunque, como informo en otro artículo, existe una cierta forma de reencarnación, no se trata de seres humanos en absoluto, sino de principados espirituales enviados en misión a la Tierra, como en el caso de Elías/Yohanan (Juan el Bautista). Véase mi artículo Shabbat Terumah que trata más a fondo el tema.
Mucho se podría decir también del carácter a veces abiertamente racista de la literatura rabínica, que apoya incluso las desviaciones más abyectas, pero abordo estos temas en otra enseñanza que os invito a leer o escuchar online, titulada Antisemitismo y anticristianismo

En resumen, la literatura rabínica contiene afirmaciones tan profundamente humanas, a menudo insanas y a veces abiertamente desviadas, que considerarlas «inspiradas por Elohim» es en sí mismo una blasfemia contra el Eterno.

El cristiano que cae en la trampa del judaísmo ha cometido un error que aún puede corregirse. Sin embargo, si cae en la tentación de la Cábala, el espíritu de rebelión se habrá apoderado claramente de él.

No se equivoquen: la comunión continua con el judaísmo rabínico conduce a una negación gradual y creciente de tu fe en Yeshúa el Mesías. La conversión al judaísmo, por otro lado, implica una negación total de Él. Para los creyentes nacidos de nuevo, esto no es nada menos que una blasfemia consciente contra el Espíritu Santo.

Al acercarnos a la serie de festividades, cuando millones de creyentes sinceros alrededor del mundo se preparan para celebrar la gran fiesta de Yahuwah de una manera superficial, deseo que todos ellos encuentren su lugar alrededor de la mesa del Séder, dispuesta para dar la bienvenida a todos, cada uno en su propia identidad pero como iguales, griegos y judíos, hombres y mujeres, reunidos bajo el poder singular de Yahushua HaMashiach en el Reino de Yahuwah.

Ver también: Velo y era mesiánica, Antisemitismo y anticristianismo, ¿Pueblo elegido? Sí, pero ¿elegidos para qué?

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Velo y era mesiánica

Velo y era mesiánica

Uno de los elementos clave de nuestro ministerio como judíos es enseñar los Mandamientos a las otras naciones, tal como nos ha sido dado desde el principio. Esta es la condición básica para cumplir la profecía del injerto y del injerto por nuvo al olivo.
Los temas de cómo se cumplieron los mandamientos en el Mesías, cuál es su significado espiritual y cómo debe tratar el Cuerpo del Mesías con ellos a menudo son tratados en este sitio.

En este escrito, en cambio, trataremos el tema de los mandamientos tal como son interpretados y observados por la comunidad judía tradicional al no tener Santuario ni Sacerdocio.
Como ya hemos dicho muchas veces, la Ley, que es inmutable, solo se ha modificado en su aplicación. Desde la venida del Mesías, la aplicación de la ley pasó de manos de los hombres a las manos de Yeshua, el Sumo Scerdote según el orden de Melquisedec.

No hace mucho tiempo, entendí un judio enseñando en una sinagoga que

hoy la ley debe ser interpretada al nivel espiritual. Como no hay Templo (Santuario y Sacerdocio), todos los juicios están en manos de Yahuwah.

Para un discípulo del Mesías, esta información no nos enseña nada nuevo, porque este es uno de los fundamentos de nuestra fe. Lo asombroso es ver cuánto las personas confinadas bajo el velo son capaces de percibir las realidades y verdades que a veces incluso el Cuerpo del Mesías es incapaz o peor, poco dispuesto a comprender.

Algunos ejemplos

1. Desde el año 70 AD, después de la destrucción del segundo Templo por los romanos, los judíos ya no ofrecen ningún holocausto. Consideran que todos los mandamientos relacionados con las ofrendas ya no son válidos hasta que el templo sea reconstruido.
Es interesante ver que después del sacrificio de Yeshua en la cruz, cuando la obligación de mostrar ofrendas a Yahuwah no solo ha sido abolida, sino que ha sido estrictamente prohibida, tal como lo está haciendo el Cuerpo del Mesías, la comunidad judía respeta esta prohibición desde el año 70 AD. Personalmente, me pregunto si alguien todavía tenía las agallas para hacer cualquiera ofrenda después de que se rompiera el velo del Templo cuando Yeshua entregó su alma. (Mateo 27: 51)

2. Como consecuencia de la diáspora romana, la orden de los jueces – Sanhedrins – ha sido abolida. Desapareció la institución que fue establecida por Yahuwah cuando habló a Moisés y según la cual una asamblea de sabios fue encargada de aplicar la Ley.
En el Israel moderno, varios grupos de judíos ortodoxos han intentado restaurar la orden de los jueces en muchas ocasiones, pero en vano. Nunca han podido llevarse bien hasta ahora. La mayoría de ellos están convencidos de que solo el Mesías puede restaurar a los Jueces cuando vendrá.

3. El pueblo judío está formado por tres grupos: los Cohenes, los Levitas y los miembros del pueblo: los Israelitas. Los Cohenes, que provienen de la tribu de Leví pero que descienden de Aarón, los sumos sacerdotes, se ocuparon del ministerio espiritual dentro del Templo. Ellos enseñaron los Mandamientos al pueblo. A su lado trabajaban los levitas de la misma tribu. También trabajaron en el templo como asistentes de los Cohenes. El resto de la gente era Israel. Yahuwah por lo tanto tenía mano de obra entre la gente tanto psíquica, física y espiritualmente.

El ingreso de ambos tipos de siervos del templo está definido por leyes muy precisas. Sus vida se basaba en partes de las ofrendas y holocaustos que podían comer con sus familias.
Las leyes relativas a los cohanitas son las más interesantes ya que recibieron incluso de los ingresos de los levitas. Los levitas debían dar diezmos y hacer ofrendas que iban directamente a al sacerdote al lado de quien servían.

La comunidad judía todavía todavía observa estas leyes hasta hoy. Separan los diezmos y las ofrendas que van a los cohanitas. Sin embargo, no se los dan a nadie, sino que los destruyen como cuando las mujeres tiran en el fuego un parte de la masa antes de hornear pan. No dan las raciones a los rabinos locales, porque nunca podemos saber con precisión el origen de las personas. Estoy hablando de ofertas nutritivas aquí, ¡no arrojan dinero al fuego, por supuesto!

Los que viven en la Era Mesiánica saben que en el Cuerpo del Mesías esta triple constitución del pueblo ha sido ligeramente modificada. El Sumo Sacerdote, Cohen HaGadol, ya no es humano, pero Yeshua desempeña este papel según el orden de Melkishedek. Es Él quien cumple el ministerio en el Santuario, en el Cuerpo del Mesías. Por lo tanto, debemos poner todos nuestros dones en sus manos para que él pueda decirnos dónde invertir todas nuestras donaciones materiales.

El Velo

Inconscientemente, los judíos todavia siguen la misma conducta espiritual que los guió cuando salieron de Egipto. El Espíritu del Todopoderoso les impide pecar inconscientemente y en contra de su voluntad. El Espíritu del Todopoderoso aliado al Espíritu del Mesías en un solo Espíritu Santo pasa a través del velo. Como el Espíritu de Yahuwah no puede dividirse, no puede ordenar dos cosas diferentes al mismo tiempo, una ley para los judíos y otra para el Cuerpo del Mesías. Por lo tanto, los judíos no pueden hacer nada en contra de la voluntad del Espíritu del Mesías, ya que los miembros fieles del Pueblo Elegido aún viven y actúan de acuerdo con la voluntad del Todopoderoso.

El Mesías es este famoso Ángel de Yahuwah que aparece en muchas ocasiones en la Biblia y que acompaña al pueblo elegido a lo largo de su historia. Fue Él quién sacó de Egipto al pueblo, quién apareció a muchos profetas y otros sirvientes. Él estuvo presente entre la gente y en el Templo como una columna de fuego o nube. Él es antes que la creación fuese y a su semejanza se creó el hombre. Esta omnipresencia del Mesías en la vida de los judíos es tan fuerte que la expectativa de su venida es el elemento fundamental de la subsistencia de su identidad.

Por lo tanto, el pueblo elegido conoce muy bien al Mesías, siempre ha estado a su lado. Este conocimiento es sin embargo estrictamente espiritual. El pueblo judío siempre se codeó con el Espíritu del Mesías a través de su liderazgo, sus milagros y alivios.

De la Palabra que se hizo carne, solo conocen la parte de la Palabra y continúan negando que se hizo carne.

Además, el velo tiene una característica muy especial: se puede ocultar, mantener en secreto, en una palabra, puede velar las cosas, aunque muestra todas las otras características de lo que está escondido. El velo no oculta ni la forma ni el calor ni el olor de lo que cubre.

Entonces surge la pregunta de que a través del velo, cuánto el pueblo que esta percibiendo y conociendo la fuerza espritual del Mesías sin poder verle de sus propios ojos por el momento, pero teniendo la promesa de un día reconecer el Mesías en Yeshua, está en una situación más crítica quel otro Pueblo que básicamente no tiene ninguno velo en lo ojos pero que se ha poniendo sobre el velo de sus instinctos carnales. Éstos solamente quieren reconocer al Mesías hasta que les conceda la Redención y la Gracia. Pero muchas veces no quieren someterse al Mesías para estar bajo el gobierno del Rey.

En qué estado espiritual está el cristiano confiando en la imagen de un semidiós barbudo con una cara germánica como la representación del Hijo, aunque hace mucho tiempo que Yeshua es Rey en espíritu. Además de telas vulgares como el sudario de Turín, hay muchos trapos falsos de este típo dentro de la cristiandad. Los judíos, por el contrario, solo pueden imaginar a Yahuwah en un cuerpo espiritual.

Son ellos quienes no tendrán dificultad en ver y aceptar que este Señor Espiritual se nos apareció hace unos 2000 años en un cuerpo físico y que incluso debe haber tenido una barba pero ciertamente con no cara arriana.

Pablo y el velo

Sigamos con las palabras de Pablo que él mismo citó de Isaías describiendo este famoso velo y las causas de su presencia:
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Elohim; y ellos oirán Hechos 28: 27-29

Y TAMBIÉN
y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por el Mesías es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan a Yahuwah, el velo se quitará. Porque Yahuwah es el Espíritu; y donde está el Espíritu de Yahuwah, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria de Yahuwah, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu de Yahuwah. 2Corintios 3:13-18

Ciertamente fueron los pecados del pueblo los que llevaron a tal castigo, pero es la voluntad de Yahuwah la que aparece. El pueblo judío no pudo reconocer al Mesías por la voluntad de Yahuwah, con algunas excepciones de tribú de Benjamin. Para que la promesa divina se cumpliera, tenía que aparecer como judío, entre los judíos, y ministrar a su pueblo. La semilla tuvo que sembrarse entre ellos para que la fruta se extendiera por todo el mundo.

Yahuwah ha prometido a los judíos la venida del Mesías al final de los tiempos. ¡Y así será! Para ellos, eso sucederá una vez según la promesa, sin embargo, para nosotros volverá por segunda y última vez. Así el pueblo judío verá al Mesías viniendo en su Cuerpo Espiritual. Esta no era la voluntad inicial de Yahuwah, pero a causa de la rebelión de los hombres, a veces debe cambiar sus planes. Él prometió la venida del Mesías al final de los tiempos. El descuido de los judío hacia los Gentiles le obligó a venir antes para ir a estos otros pueblos abandonados para salvarlos personalmente.

Fue enviado a salvar a los gentiles … porque los judíos dejaron de enseñar la Palabra de Yahuwah a las otras naciones. Los gentiles siempre han reaccionado con hostilidad a la enseñanza de los mandamientos. Así, los judíos que estaban hartos de ser rechazados, expulsados y perseguidos por su fe, gradualmente han terminado encerrándose a sí mismos.

Él también y especialmente llegó antes del fin de los tiempos porque la ley, los Mandamientos no pudieron justificar y salvar al hombre, incluso si los judíos los hubieran pasado a los gentiles.

De hecho, hay un pueblo que ha temporalmente puesto bajo el velo del no reconocimiento del Mesías por su propia culpa y también por la voluntad de Yahuwah, para que los otros pueblos puedan convertirse al Pueblo de Yahuwah. Israel se ha vuelto adúltero, pero su culpa algún día será perdonada de acuerdo con la promesa. Por lo tanto, el tiempo de los Gentiles – naciones – ha llegado. Por otro lado, los gentiles han tenido el privilegio de conocer la ultima verdad en Yeshua HaMashiach desde el comienzo de su ministerio … (Jer 5), habiendo conocido la Palabra del Redentor desde el principio.

¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense ellos, a ver si te podrán librar en el tiempo de tu aflicción; porque según el número de tus ciudades, oh Judá, fueron tus dioses. Jeremias 2:28

Me dijo Yahuwah en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño. Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Yahuwah. Y me dijo Yahuwah: Ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la desleal Judá. Vé y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Yahuwah; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Yahuwah, no guardaré para siempre el enojo. Jeremias 3:6-12

El juicio de la Israel rebelde y de la Judá desleal no es lo mismo. La culpa y el pecado son dos conceptos diferentes, así como los pecados cometidos de manera inconsciente e involuntaria son juzgados de otra manera que los cometidos con premeditación que son simplemente pura rebelión contra Yahuwah.

Aquel a quien Yahuwah ya ha ofrecido el Salvador, el Espíritu Santo, el Espíritu del Mesías y del Todopoderoso al mismo tiempo, ya no puede permitirse el lujo de blasfemar ni al Padre ni al Hijo, porque de ahora en adelante ya no será más considerado como una simple falta hecha inconscientemente, pero como pura rebelión.

Cuando alguien falsifica la Palabra de Yahuwah (leyes y profecías) en el nombre del Espíritu Santo, se puede mucho que no soló calumnia al Padre y al Hijo, pero aún peor.

Es muy difícil eliminar todos los velos con los que nos hemos cubierto, porque tememos el frío y lo desconocido y no nos atrevemos a avanzar. Sin embargo, es el Reino de Yahuwah que nos espera allí, detrás de los velos de nuestra infidelidad, este Reino donde ya no más tormentas ni frío amenazan a nadie. Nuestros falsos velos nos brindan una leve protección efímera, pero no pueden salvarnos cuando llega la tormenta final del gran juicio.

Los dos Pueblos de Yahuwah se unirán en un cuerpo solo cuando aquel que tiene el conocimiento del Mesías podrá quitar el velo falso del dios antropomórfico de sus ojos. Solo entonces su testimonio será valioso para los judíos que luego podrán reconocer al Mesías en Yeshua de Nazaret, cuando su propio velo falso les será quitado por fin.

Finalmente, volvamos a Hechos :

Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. Hechos 28:29

Los judíos de aquellos días se ofendieron al escuchar que Yahuwah podía rebajarse a los paganos.

Pero, ¿quiénes son aquellos que hoy se enfurecen recíprocamente al ver una profecía que se cumple a la vista de la higuera verde, cuándo el hermano major, el hijo pródigo se vuelve a casa?

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